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Mis queridos hermanos y hermanas:Bueno, estos últimos tres meses han sido muy difíciles…Al estar bajo un medicamento de prueba, tenía tres médicos monitoreando mi caso además de mi médico de cabecera, los médicos de cuidados paliativos y mi oncólogo. Como resultado, estaba recibiendo medicación de varias fuentes al mismo tiempo.Al incrementarse los dolores en los músculos y en los huesos, el tipo y la dosis de los analgésicos también aumentó. Desafortunadamente, en algún momento a lo largo del camino se olvidaron de comprobar que los medicamentos que me administraban fueran compatibles. El resultado fue que dos no eran compatibles y al incrementarse la dosis esto casi me mata. Gracias a Dios, mi esposa que estaba tan atenta, reconoció que algo andaba muy mal, ya que de pronto, me volvía incoherente en momentos.Una noche, estaba tan mal, que me desmayé y me llevaron al hospital, donde me dieron transfusiones de sangre durante dos días. Mi esposa y mi hija comenzaron entonces a investigar y encontraron que uno de los medicamentos para el dolor de los nervios nunca podía ser administrado con los analgésicos opioides que me dieron. Ya que la dosis se incrementó para ambos, era un coctel letal que estuvo muy cerca de acabar con mi vida.Literalmente tuve que cortar de tajo los medicamentos durante casi dos semanas para erradicarlos de mi organismo. El dolor constante era insoportable. Pero con la ayuda de Dios decidí no tomar más medicinas. Como resultado, después de unas cuatro semanas terribles, ya no estoy tomando ningún medicamento para el dolor. Por la gracia de Dios he vuelto a ser yo en términos de claridad de mente y el dolor ha disminuido en casi un 75%. Desafortunadamente debido a todo esto, yo había dejado de comer y ahora tengo que recuperar más de 54 kilos de peso que perdí. También he perdido casi todo mi músculo y, básicamente, soy piel sobre hueso. Así que va a ser un proceso largo para volver a la normalidad, pero por la gracia de Dios, estoy progresando diariamente.Una vez más, desgraciadamente, se descubrió recientemente que el nuevo fármaco de prueba de quimioterapia que estaba tomando, no funcionó y el cáncer se ha esparcido. Mi oncólogo inmediatamente me puso bajo otro medicamento de quimioterapia que me hizo perder la mayor parte de mi cabello hasta el momento y la mayor parte de mi barba. ¡Me veo como un pollo desplumado que ha estado en una dieta de hambre! No es una vista agradable.Sin embargo, tengo buen ánimo soportando diariamente cualquier dolor que me viene y espero la llegada de la Navidad y un Año Nuevo bendecido.Si pueden por favor mantenerme a mi y a mi familia en sus oraciones, les estaré muy agradecido.Lo único que queda decirles es: Feliz Navidad y que cada uno de ustedes y sus familias tengan un bendecido Año Nuevo.¡Dios les bendiga!Con Amor, RickMis queridos hermanos y hermanas:Bueno, estos últimos tres meses han sido muy difíciles…Al estar bajo un medicamento de prueba, tenía tres médicos monitoreando mi caso además de mi médico de cabecera, los médicos de cuidados paliativos y mi oncólogo. Como resultado, estaba recibiendo medicación de varias fuentes al mismo tiempo.Al incrementarse los dolores en los músculos y en los huesos, el tipo y la dosis de los analgésicos también aumentó. Desafortunadamente, en algún momento a lo largo del camino se olvidaron de comprobar que los medicamentos que me administraban fueran compatibles. El resultado fue que dos no eran compatibles y al incrementarse la dosis esto casi me mata. Gracias a Dios, mi esposa que estaba tan atenta, reconoció que algo andaba muy mal, ya que de pronto, me volvía incoherente en momentos.Una noche, estaba tan mal, que me desmayé y me llevaron al hospital, donde me dieron transfusiones de sangre durante dos días. Mi esposa y mi hija comenzaron entonces a investigar y encontraron que uno de los medicamentos para el dolor de los nervios nunca podía ser administrado con los analgésicos opioides que me dieron. Ya que la dosis se incrementó para ambos, era un coctel letal que estuvo muy cerca de acabar con mi vida.Literalmente tuve que cortar de tajo los medicamentos durante casi dos semanas para erradicarlos de mi organismo. El dolor constante era insoportable. Pero con la ayuda de Dios decidí no tomar más medicinas. Como resultado, después de unas cuatro semanas terribles, ya no estoy tomando ningún medicamento para el dolor. Por la gracia de Dios he vuelto a ser yo en términos de claridad de mente y el dolor ha disminuido en casi un 75%. Desafortunadamente debido a todo esto, yo había dejado de comer y ahora tengo que recuperar más de 54 kilos de peso que perdí. También he perdido casi todo mi músculo y, básicamente, soy piel sobre hueso. Así que va a ser un proceso largo para volver a la normalidad, pero por la gracia de Dios, estoy progresando diariamente.Una vez más, desgraciadamente, se descubrió recientemente que el nuevo fármaco de prueba de quimioterapia que estaba tomando, no funcionó y el cáncer se ha esparcido. Mi oncólogo inmediatamente me puso bajo otro medicamento de quimioterapia que me hizo perder la mayor parte de mi cabello hasta el momento y la mayor parte de mi barba. ¡Me veo como un pollo desplumado que ha estado en una dieta de hambre! No es una vista agradable.Sin embargo, tengo buen ánimo soportando diariamente cualquier dolor que me viene y espero la llegada de la Navidad y un Año Nuevo bendecido.Si pueden por favor mantenerme a mi y a mi familia en sus oraciones, les estaré muy agradecido.Lo único que queda decirles es: Feliz Navidad y que cada uno de ustedes y sus familias tengan un bendecido Año Nuevo.¡Dios les bendiga!Con Amor, Rick
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