Me uno en oración, pidiendo a nuestro Señor su voluntad, Rick, gracias por tu testimonio y por tu lucha incansable para que todos conociéramos el inmenso Amor de Nuestro Señor Jesús y de nuestra Madre del Cielo María Santísima. Tuve la fortuna de conocerte y escuchar alguna de tus hermosas charlas en Puebla, México.Ten por seguro que María Santísima y Nuestro Señor están junto a ti. Martha.
Leave a comment