Sr. Miller he estado al pendiente de su salud y me duele en el alma lo que le ha pasado, pero sé también que todo esto es para gloria de Dios y que usted lo ha ofrecido por la paz y otras muchas intenciones que hay en su corazón. También estoy segura que usted ya se ha ganado la gloria eterna. Le pido al Padre celestial que restablezca su salud y que usted y su familia no pasen por momentos de tanto dolor. Dios le bendiga abundantemente a usted y a toda su familia y que mamita María siempre lo abrace con su amor de Madre. Reciba de mí un abrazo y un beso con mucho cariño. Le deseo una Feliz Navidad y un bendecido Año Nuevo. Mónica Muñoz
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